Tuesday, August 08, 2006

La píldora que cambiará al mundo

¿Alguna vez soñaste tener algo que no existía? sí, me refiero a ese tipo de maravillas que pudieran facilitarte la vida o al menos hacértela más placentera. Pues bien, el día de hoy mientras leía el periódico me econtré con una estupenda noticia.

Un científico alemán está probando una píldora "antiestupidez". Hans-Hilger Ropers, director del Instituto Max Planck para Genética Molecular en Berlín, probó una píldora que bloquea la hiperactividad en ciertas células nerviosas cerebrales. En estas primeras pruebas, el tratamiento ha ayudado a estabilizar la memoria a corto plazo y a mejorar la atención. Con este avance, sería posible suplir los problemas de lagunas mentales, esa falta de registro de información en el cerebro que luego no puede ser evocada.

¿Qué opinan? yo considero que el Sr. López Obrador y su tribu debieran recibir una dotación generosa de este nuevo producto y si es posible consumirlo con mucha frecuencia y en cantidades preocupantes.

4 comments:

Megumi said...

Querida Sandra:

Esta noticia es de lo mejor! por fin podríamos conocer la verdadera personalidad de las personas a las que uno puede solamente definir en base a su estupidez!
Considero que deberían integrarla, una vez que ya se pueda comercializar, al cuadro básico de medicamentos, y si se puede, implementar algo así como campañas de vacunación en contra de la estupidez!

Saluditos.

Simitrio Quezada said...

Ja ja ja ja...

¡Con cuántos males estamos a punto de terminar!

Me uno a la propuesta de la Bella Megumi: qué padre ver en la cartilla el nombre de esa medicina.

MóNiCa said...

jajajajajaj Sandraaa!! te la bañaste con aquello de "y su tribu" jajajajja me sacaste una carcajadota!!!...pero en fin, esperemos que la píldora le pueda ser administrada a este señor si no yo ya ni sé a donde vamos a ir a parar...

Rodrigo said...

Lo que no saben es que es toda una legión de tribus de diferentes latitudes y altitudes político-ideológicas, formando una familia sometida, temporalmente, al patriarca con cinturón en mano.

Lamento comentar que me parecería excesivo eso de andar pagando vía retribuciones fiscales el tratamiento de por vida de una legión que ya vive del erario público.

Pero podría impulsar la creación de una fundación con ése propósito específico.